Otra muy buena crítica de PATERNOSTER LA OTRA MIRADA. Esta vez de la Revista Meta
PATERNÓSTER. LA OTRA MIRADA
18/3/16
Por Ezequiel Tozzi

Tito es un fotógrafo aficionado que
ansía convertirse en padre antes de cumplir los 50 años, pero la inesperada
herencia de una casita en el campo hará que su percepción de la vida y las
relaciones, cambie por completo.
A pesar de tener un comienzo algo lento,
cargado de esa pesadez de imágenes que parecen no desembocar en nada, poco a
poco el filme logra crear un ambiente de suspenso y paranoia que mantiene al
espectador atento a cada gesto, a cada matiz que pueda orientarlo para
desentrañar la verdad oculta ¿Es víctima de una conspiración o todo es parte de
su imaginación?
Dejando de lado algunos elementos visuales, como cierta iluminación
en las escenas interiores que parecen sacadas de la TV o algunos desaciertos de
sonido, la película se disfruta porque ofrece un género diferente al que
estamos acostumbrados en el cine argentino.
“A mí me gusta ver cómo funciona cada género”, cuenta el director Daniel Alvaredo y admite que cada vez que termina de
ver la película “me cuesta retomar el
aliento”, porque es una película cargada de emociones y violencia.
El protagonista Eduardo
Blanco confesó
que era la primera vez que la veía durante el estreno y que “las
películas de género son de difícil distribución y exhibición y por eso ésta
tardó cuatro años” en
llegar a los cines.
Paternoster es un juego de palabras, porque es la
traducción al latín de Padre nuestro, pero también hace referencia a una línea
de pesca que consiste en preparar una trampa sencilla al poner los anzuelos a
distintas alturas y la carnada justa para que la presa caiga. Un significado
que se entremezclará con su sangrienta historia.
8 de 10
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